sábado, 24 de marzo de 2007

Dictaduras

Hemos estado hablando en clase últimamente sobre dictadures y dictadores crueles.

Para empezar se podría decir que una dictadura es una forma de gobierno en la que éste se concentra en las manos, o de una sola persona (denominada dictador) o de un grupo de personas afines a una ideología o movimiento, los cuales poseen el poder absoluto, controlando éste los tres poderes del estado: el legislativo, el ejecutivo y el judicial. Las dictaduras se caracterizan por ostentar poderes extraordinarios, a menudo no constitucionales, o de facto, degenerando por lo general regímenes déspotas y tiránicos, a menudo violentos.

Los dictadores pueden alcanzar el poder de formas muy variadas. En una forma, muy común en el pasado de Latinoamérica, el dictador ha llegado al poder tras un golpe de estado a cargo de ramas militares, quedando posteriormente sostenido en su cargo por el ejército, como también pueden tener características civiles. Pueden ser elegidos, designados por un partido único o por la jerarquía totalitaria de cualquier signo o heredar el poder tras el fallecimiento del pariente que lo ostentaba, como era el caso de la Unión Soviética.

En una dictadura, los líderes no se renuevan periódicamente por sufragio universal, libre, directo y secreto. De este modo, aunque el dictador alcance el poder en unas elecciones democráticas (como Adolf Hitler en la Alemania nazi) no transcurre mucho tiempo tras la elección antes de que el dictador prohíba todos los partidos políticos (salvo el suyo) e imposibilite así posteriores elecciones democráticas, aún cuando por razones propagandísticas, se organicen desde el poder votaciones manipuladas que otorguen una apariencia democrática al gobierno y muestren el fervor popular que suscita entre la población. En estas elecciones, usualmente, el dictador es el único candidato a la presidencia y como se podrá imaginar, la corrupción y las coerciones impregnan la elección, obteniendo el candidato unos resultados increíblemente altos; ése fue el caso de Charles King en Liberia, reelegido con una amplia mayoría, tan amplia que obtuvo tal cantidad de votos que superaban en un 15% el censo de votantes; y también pudiera ser el caso de Hugo Chávez en Venezuela.

Por otro lado, distinguir a una dictadura de un régimen que no lo es puede ser una labor muy controvertida. De este modo, existirían posibles discusiones sobre si considerar a las monarquías absolutas modernas como dictaduras o, incluso, a las monarquías no parlamentarías contemporáneas como Arabia Saudí, Nepal...; igualmente el caso de la Ciudad del Vaticano cuyo régimen es una excepción dentro del panorama de regímenes mundiales actuales.

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