El premio Príncipe de Asturias 2010 a la Ciencias Sociales se concedió a los descubridores y al equipo de excavadores oficiales e investigadores de los llamados Guerreros de Xi’an. Realmente, casi todo el complejo arqueológico se trata del Mausoleo del emperador Qin Shi Huang, un gigantesco recinto funerario que alberga la tumba del primer emperador de la China unificada perteneciente a la dinastía Qin, Qin Shi Huang, (221 a. C. – 10 de septiembre de 210 a. C.). Además, otras aproximadamente 400 tumbas, y los magníficos Guerreros de terracota de Xi’an, que el mismo emperador mandó construir durante su mandato. A veces, en occidente, no somos conscientes de la escala temporal de los acontecimientos ocurridos en otras civilizaciones. Para cuando Octavio Augusto se proclamó Emperador en Roma, el ejército de terracota de Qin Shi Huang ya tenía 200 años.
El ejército de guerreros de terracota , fue descubierto de manera casual en marzo de 1974 durante la excavación de un pozo para encontrar agua, ya que durante ese año los campos estaban faltos de agua debido a una dura sequía. Dicho pozo fue excavado cerca de la ciudad de Xi’an, provincia de Shaanxi, República Popular China; ciudad desde donde partía la ruta de la seda hacia occidente. Aunque con anterioridad se habían encontrado algunos restos, ninguna autoridad le dio importancia hasta ese momento. Desde entonces, rápidamente se sucedieron los hallazgos, dando cuenta de la magnitud del tesoro que se escondía desde hace más de 2.000 años bajo esos campos de arroz. Así, desde el año 1987, todo el complejo museístico y arqueológico está considerado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
El ejército consiste en más de 7.000 figuras de guerreros y caballos de terracota a tamaño real, que fueron enterradas cerca del autoproclamado primer emperador de China, Qin Shi Huang. Enterrando estas estatuas se creía que el Emperador seguiría teniendo tropas bajo su mando. El ejército de terracota fue enterrado en formación de batalla en tres fosos, que tienen entre 4 y 8 metros de profundidad, un kilómetro y medio al Este de la tumba del Emperador, que a su vez dista 33 km al este de Xi’an. En el lugar del hallazgo y posterior excavación se construyó el Museo del Ejército de Terracota del Primer Emperador Qin. La primera fosa se abrió al público (chino) en 1979
En el verano 2009 tuve la oportunidad de visitar China y pasar por Xi’an y puedo dar fe de lo impresionante del ejército de guerreros de terracota. Las figuras son de tamaño natural: tiene una media de 1,80 m. de altura y están equipados con armaduras fabricadas también con terracota. Es completamente cierto que cada una de estas figuras tiene rasgos y características diferentes: bigotes, peinados, jóvenes, viejos, rasgos de etnias diferentes…
Las cabezas y las manos se moldeaban aparte y luego se añadían a los cuerpos. Los uniformes reflejan también los rangos militares a los que pertenecen. Cada soldado llevaba un arma: arcos, lanzas, espadas… Tras la caída de la dinastía Qin, los campesinos saquearon la tumba y robaron estas armas. Originariamente, las figuras son de colores vivos y brillantes; color que se pierde a las cinco horas de exposición al oxígeno lo que contribuye a su oxidación. Por esto, se está estudiando la técnica que permita mantener estos colores, y hasta que acabe dicho estudio se ha pospuesto la continuación de la excavación y la exposición de más guerreros al aire.
La segunda fosa abierta al público contiene 69 figuras y es conocida como “la fosa de los generales”. Se cree que representa al estado mayor del ejército. También son visibles las figuras de cuatro caballos. La última fosa contiene unos 1.000 guerreros, muchos de ellos sin restaurar.
En 1980 se descubrieron dos carros de bronce pintados. Cada uno de estos carros está formado por más de 3.000 piezas. Los cuatro caballos de cada carro están guiados por un conductor imperial. Según algunos estudios, el primero de estos carros serviría para allanar el camino del séquito del emperador mientras que el segundo sería el carro en el que el monarca dormiría. Los carros, a la mitad aproximada del tamaño real, tenían incrustaciones de plata y oro.
A mi modo de ver, se trata de un premio merecido, en lo que representa este yacimiento y museo en las Ciencias Sociales. Otra cosa en China… es otra cosa.
El ejército de guerreros de terracota , fue descubierto de manera casual en marzo de 1974 durante la excavación de un pozo para encontrar agua, ya que durante ese año los campos estaban faltos de agua debido a una dura sequía. Dicho pozo fue excavado cerca de la ciudad de Xi’an, provincia de Shaanxi, República Popular China; ciudad desde donde partía la ruta de la seda hacia occidente. Aunque con anterioridad se habían encontrado algunos restos, ninguna autoridad le dio importancia hasta ese momento. Desde entonces, rápidamente se sucedieron los hallazgos, dando cuenta de la magnitud del tesoro que se escondía desde hace más de 2.000 años bajo esos campos de arroz. Así, desde el año 1987, todo el complejo museístico y arqueológico está considerado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
El ejército consiste en más de 7.000 figuras de guerreros y caballos de terracota a tamaño real, que fueron enterradas cerca del autoproclamado primer emperador de China, Qin Shi Huang. Enterrando estas estatuas se creía que el Emperador seguiría teniendo tropas bajo su mando. El ejército de terracota fue enterrado en formación de batalla en tres fosos, que tienen entre 4 y 8 metros de profundidad, un kilómetro y medio al Este de la tumba del Emperador, que a su vez dista 33 km al este de Xi’an. En el lugar del hallazgo y posterior excavación se construyó el Museo del Ejército de Terracota del Primer Emperador Qin. La primera fosa se abrió al público (chino) en 1979
En el verano 2009 tuve la oportunidad de visitar China y pasar por Xi’an y puedo dar fe de lo impresionante del ejército de guerreros de terracota. Las figuras son de tamaño natural: tiene una media de 1,80 m. de altura y están equipados con armaduras fabricadas también con terracota. Es completamente cierto que cada una de estas figuras tiene rasgos y características diferentes: bigotes, peinados, jóvenes, viejos, rasgos de etnias diferentes…
Las cabezas y las manos se moldeaban aparte y luego se añadían a los cuerpos. Los uniformes reflejan también los rangos militares a los que pertenecen. Cada soldado llevaba un arma: arcos, lanzas, espadas… Tras la caída de la dinastía Qin, los campesinos saquearon la tumba y robaron estas armas. Originariamente, las figuras son de colores vivos y brillantes; color que se pierde a las cinco horas de exposición al oxígeno lo que contribuye a su oxidación. Por esto, se está estudiando la técnica que permita mantener estos colores, y hasta que acabe dicho estudio se ha pospuesto la continuación de la excavación y la exposición de más guerreros al aire.
En 1980 se descubrieron dos carros de bronce pintados. Cada uno de estos carros está formado por más de 3.000 piezas. Los cuatro caballos de cada carro están guiados por un conductor imperial. Según algunos estudios, el primero de estos carros serviría para allanar el camino del séquito del emperador mientras que el segundo sería el carro en el que el monarca dormiría. Los carros, a la mitad aproximada del tamaño real, tenían incrustaciones de plata y oro.
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