Experimento sencillo: ajustar un sistema de globos a un teléfono móvil (un iPhone 4) para grabar el ascenso y el vuelo, llegando a 30.000 metros de altitud aproximadamente. Luke Geissbuhler y su hijo han sido los autores de este original y sencillo experimento. Tras el vuelo, gracias el GPS del móvil, pudieron localizarlo y publicar el vídeo del vuelo, que aquí os posteo. Está en inglés, pero no creo que sea una barrera para disfrutarlo. Para más información visita Brooklyn Space Program.
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