jueves, 3 de febrero de 2011

Estrategia comercial de Felipe II



En mi actual lectura del libro de Geoffrey Parker, una biografía de Felipe II editado por Planeta, me he encontrado con una inesperada acción comercial del rey.
Es bastante común en el día de hoy que una compañía lance un producto, novedoso en un primer momento, pero cuyas mejoras aún no están incorporadas. De este modo, cuando salenal mercado estas mejoras o las nuevas versiones, el cliente seducido por el pirmer producto, casi se siente obligado a comprar la segunda versión mejorada. Pues no es en absoluto una estratgia comercial contemporánea. Hace ya más de 400 años, Felipe II actuó de una manera parecida con algunas publicaciones religiosas tras el Concilio de Trento, según cuenta Geoffrey Parker en esta larga biografía del rey de este modo:
Desde el principio, el rey se percató de que, gracias al enorme número de sus súbditos, el derecho a publicar estas y otras obras litúrgicas aprobadas por Trento (denominadas colectivamente “el Nuevo Rezado”) representaba quizá “la mejor operación financiera del siglo”. Mientras los libros estabas todavía en pruebas, Felipe buscó fórmulas para rentabilizar el negocio. “Mírese”, le dijo a sus ministros, “si en esta primera impresión sería mejor no poner esta imagen [de San Jerónimo] ni ninguna otra de las que se dicen [...], sino que se dejasen para otra impresión”, porque “habiéndose de hacer segunda impresión, se vendería y saldría mejor della llevando imágenes y cosas nuevas que no llevase la primera”. En 1573, Felipe emitió una serie de cédulas reales por las que concedía una licencia a los monjes de El Escorial para “imprimir y vender en estos reynos, o meter impresos de fuera de ellos, los dichos, Misales y Breviarios, Diurnales” y todas las demás obras litúrgicas “sin excepción alguna”, primero dentro de la Corona de Castilla, luego en la Corona de Aragón y, finalmente, “en las nuestras Indias, Islas y Tierra Firme del Mar Océano”. Dado que el monasterio carecía de imprenta propia, se firmaron contratos en virtud de los cuales de concedía licencia a las imprentas más importantes para reproducir decenas de miles de copias de cada obra, generando con ello considerables ingresos.
Geoffrey Parker, Felipe II. La biografía definitiva. Editorial Planeta, 2010, página 236.

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